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Aglutenados entrevistó al doctor en Nutrición Pediátrica Ricardo Wright, quien recientemente completó su doctorado en Ciencias de la Salud y en esta nota nos comparte algunos de los hallazgos que revela en su tesis de doctorado. Se trata de un tema interesante y del cual, nos comenta, no había estudios en la Argentina hasta ahora.
Aglutenados: Ricardo, contanos cuál fue el objetivo de tu tesis.
Ricardo Wright:Se trató de identificar y contrastar la relación entre alimentación, estado nutricional y reservas de micronutrientes en niños celíacos y no celíacos atendidos en servicios públicos de salud del Gran La Plata.
A.:¿Cuántos casos estudiaste, y cómo se compuso tu población objetivo en términos sociodemográficos?
R.W.: Estudiamos cuarenta niños celíacos y cuarenta niños no celíacos entre seis y once años, de ambos sexos; niños que se atendían en el Hospital, de un nivel socioeconómico medio/medio bajo.
A.:¿Hace cuánto los niños celíacos venían haciendo dieta?
R.W.: Buscamos niños que tuvieran al menos un año como celíacos (la media de diagnóstico fue aproximadamente de cuatro años), siguiendo la dieta libre de gluten. Fuimos muy cuidadosos en la selección de la muestra; debíamos asegurarnos de que ya tuvieran una normal absorción de nutrientes y un estado de salud óptimo en todos los casos.
A.: ¿Cuál es la principal conclusión que lograste obtener en cuanto a la nutrición en ambos grupos?
R.W.: En primer término, concluimos que ambos grupos presentan deficiencias en cuanto a la alimentación, evidenciadas principalmente por un bajo consumo de frutas, verduras y legumbres, y exceso de productos industrializados. En referencia a los niños celíacos, encontramos en este grupo un riesgo más alto a presentar mayor exceso de peso y riesgo cardiometabólico.
A.:¿Qué significa que haya un riesgo cardiometabólico?
R.W.: Que esos niños tienen una mayor probabilidad de enfermedades cardiovasculares y metabólicas (diabetes, aumento de triglicéridos, colesterol, entre otras) por este factor de riesgo que conllevan, que es la obesidad en algunos casos, o simplemente malnutrición, en otros.
A.: Es alarmante lo que contás. ¿Por qué se da que el grupo de celíacos resulta estar peor nutrido con más exceso de peso? ¿Cuáles serían las causas?
R.W.: Observamos que este grupo presenta una ingesta mayor de hidratos de carbono, proteínas, grasas, y menor de hierro y ácido fólico que el grupo control. Una de las causas puede explicarse porque las harinas libres de gluten no están fortificadas con hierro, como sí lo está la harina de trigo. Una ley sancionada hace ya más de una década obligó a fortificar las harinas para ayudar a prevenir anemias.
A.: No tenía idea de esto. Pero además, por lo que decís, hay en ambos grupos una deficiencia en la ingesta de frutas y verduras…
R.W.: Sí, la ingesta diaria de frutas y verduras recomendada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) es de 400 gramos, y en ambos grupos no llegó a los 300 gramos. En niños celíacos, 280 gramos; en niños no celíacos, 210 gramos.
A.: Entonces podemos concluir que ambos grupos estudiados están malnutridos, mal alimentados.
R.W.: Sí, el tema es que los celíacos son los que tienen mayor riesgo cardiometabólico, y eso es preocupante. Igualmente cabe aclarar que no es un problema en particular de la Enfermedad Celíaca, sino de la población en su totalidad. Cada vez más, la población come con menor calidad nutricional.
A.:Como nutricionista, ¿qué acciones implementás para tratar de revertir esta situación?
R.W.: Primero,estudiar para conocer (tesis). Ahora que la tesis está terminada y publicada, me interesa mucho la difusión del tema para que tomemos conciencia y trabajemos desde diversos ámbitos con el fin de mejorar la nutrición de nuestros niños. Es una tarea de prevención, claramente, ya que con certeza un cambio en la alimentación ayudaría a prevenir patologías complicadas a futuro.
A.:¿Desde el Estado se realizan campañas en este sentido?
R.W.: Se realizan algunas acciones. Ahora, teniendo en cuenta los gastos en salud que se ahorraría un Estado si la población tuviera una alimentación más equilibrada, creo que amerita una mayor inversión. Hoy, en la Argentina, tenemos un 30 o 35 por ciento de exceso de peso en niños, y un 60 por ciento en adultos.
A.: Es tremendo, Ricardo. En tu caso, como nutricionista de niños,¿qué consejos les podés dar a los padres que se enfrentan con este problema o cuyos niños se niegan a comer alimentos más saludables?
R.W.: Lo primero que les pregunto a esos padres cuyos niños no comen frutas y verduras es si ellos las consumen, y generalmente la respuesta es negativa. Los niños —sobre todo los pequeños— son grandes imitadores: si los padres consumen frutas, seguramente ellos lo hagan también. Es un trabajo de educación alimentaria que debe darse en casa, en comedores escolares, incluso en cumpleaños. Hay que tomar conciencia de lo que comemos. Y para los celíacos esto es aun más cierto.
Dr. Wright
Dr. en Nutrición Pediátrica
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