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NOTA

Grecia, su belleza y sus pendientes

Este país situado sobre el mar Egeo nos sorprende por su belleza, sobre todo la de sus islas y la del Peloponeso. Paisajes increíbles, intensidad de colores, y su gente, con carácter y a la vez amable.

Ésa fue nuestra experiencia en la misión de asegurarnos, entre otras cosas, la posibilidad de comer rico y libre de gluten. Es cierto que se ven, también, caras preocupadas, abatidas por la crisis que atraviesa el país helénico. Conseguir productos aptos, una tarea no tan fácil para los turistas.

Como es habitual, antes de viajar intentamos buscar la información disponible online en relación con las posibilidades de alimentarnos en forma segura. Para esto nos contactamos, a través de la Asociación de Sociedades Celíacas Europeas (Association of European Coeliac Societies, www.aoecs.org) [1], con Coeliac Greece (www.coeliac.gr) y entrevistamos a su presidente, Makis Joannou, quien fue muy amable y a quien agradecemos la información. Esta Asociación fue creada en 2008, orientada a difundir información para pacientes celíacos entre otras cosas.

 Makis Ioannou, Presidente de Coeliac Greece.

La página de la Asociación provee a los visitantes de la “carta para restaurantes” que aconsejamos llevar siempre y presentar en los restaurantes y hoteles, preferentemente a las personas que trabajan en la cocina. La realidad es que, en casi todos los casos, al presentar la carta notamos sorpresa de parte de quienes la leían, y en muchas oportunidades convocaban a otras personas para interpretarla. Evidentemente no se trataba de una situación “conocida” para ellos este tema de la comida libre de gluten. A diferencia de la experiencia turca, en Grecia notamos más intención de entender de qué se trataba y, ante la duda, aconsejar no comer determinado plato.

La cocina, si bien Grecia es un país donde se consume mucho trigo, es más amigable para los celíacos ya que encontramos algunos menús o platos más naturales, menos sazonados y condimentados que en Turquía. La famosa ensalada griega (tomate, pepino, aceituna y queso feta (apto según las recomendaciones) parece una excelente opción, sobre todo en verano; el yogur griego también, además de carnes y pescados sin salsas; arroz, papas fritas, y frutas de estación. En general se cocina con aceite de oliva. Igual siempre aconsejamos preguntar por la forma de cocción y los ingredientes, ya que puede haber casos en los que se agreguen productos no aptos.

Frente a mi pregunta sobre la posibilidad de obtener un listado de productos aptos, Makis Joannou me cuenta que desde la Asociación lo han hecho en algún momento, pero les resultaba sumamente difícil el control sobre los fabricantes y sus productos, y más de una vez los mismos fabricantes enviaban rectificaciones sobre los productos publicados que ya no correspondían a la categoría libre de gluten o bien directamente no decían la verdad. Es por eso que el listado ya no está disponible, para evitar problemas mayores. Makis señala que los productos gluten free se encuentran en dietéticas(Healthy Stores)y,cada vez más, en supermercados. También, sobre todo las marcas internacionales, en farmacias, donde hay que encargarlos con dos o tres días de anticipación. Esto es realmente así, ya que en las farmacias donde quisimos conseguir productos era imposible si no se hacía el encargo previo.

Makis nos dice que hay muy pocos fabricantes de productos libres de gluten en Grecia, y que la Asociación está trabajando para fomentar este desarrollo. La mayoría de los productos libres de gluten son importados, y los precios son excesivamente altos por los procesos de intermediación existente. Hay una sola heladería (Pastry Shop) en Atenas que vende helados aptos, según nos informa Makis. ¡Una lástima! Realmente lamentamos no poder tomar un helado durante nuestro viaje. Parecían muy ricos…

En Grecia existe además la Coeliac Society, http://www.koiliokaki.com. Ambas asociaciones conviven y se complementan en algunas tareas, como fue, por ejemplo, la de elaborar los listados. Esta última es la más antigua, fue creada en 1987 y ha trabajado en lograr que los celíacos reciban algún dinero para comprar productos aptos (hoy reciben 100 euros por mes, cifra que es bastante exigua, según me dicen). Realizan un simposio anual en un gran hotel al que asisten habitualmente cerca de dos mil celíacos.

En Grecia, según me cuenta Makis, el gobierno recién ha declarado la celiaquía como enfermedad en el año 1999, y asegura que aún falta diagnosticar a muchos pacientes. El gobierno no realiza campañas de difusión o informativas, y tampoco existen regulaciones para el tratamiento de la enfermedad y de los productos. Desde ambas asociaciones trabajan en este sentido. De hecho me cuenta que, por ejemplo, los celíacos están exceptuados del servicio militar (the Army) porque no es posible que obtengan un menú apto en la institución.

Nos sentimos muy orgullosos de contarle a Makis que en la Argentina tenemos una ley ya reglamentada; cantidad de fabricantes nacionales, con años de experiencia en productos gluten free, y que, gracias a las campañas de difusión, el trabajo de las ONGs, del Grupo Promotor de la Ley y de tantos otros, cada día hay más celíacos diagnosticados, con información, contención, y con variedad de productos para elegir.

[1] Aoecs está cumpliendo este año su vigesimoquinto aniversario, y lo festeja en Amsterdam entre el 5 y el 8 de septiembre.