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Entrevista

Consumidores con derechos. Entrevista con María Emilia Gautero

Aglutenados entrevistó a María Emilia Gautero, abogada, para conversar sobre los derechos de los consumidores de alimentos y, especialmente, para saber cómo las personas celíacas pueden verificar, a través del rotulado de los productos envasados, si éstos cumplen con las normativas vigentes, además de ser libres de gluten.

Aglutenados: María Emilia, como abogada especialista en este tema específico de alimentos (y no de la cuota alimentaria, típico asunto de abogados especializados en derecho de familia), ¿desde cuándo existe, en el Derecho, interés en estos temas?

María Emilia: La historia de la regulación alimentaria es antiquísima; todas las sociedades tuvieron normas religiosas, usos y costumbres. Sin embargo, es relativamente reciente el interés jurídico en la alimentación. En 1994, en la última reforma de la Constitución Nacional, se incorporó el tema de los derechos de los consumidores y usuarios y de la protección del medio ambiente, los cuales tienen íntima relación con lo alimentario.

 

A.: Podríamos decir que hace treinta años se plantó esta primera semilla en relación con el tema…

M.E.G.: ¡Claro! Hoy ya se reconoce y se promueve en el derecho de ecología de la vida, en todas sus dimensiones: alimentos, ambiente, consumo… A partir del nuevo siglo surgieron leyes en relación con estos asuntos, tales como la ley celíaca en 2009, la ley de promoción de la alimentación saludable (2022), de lactancia materna (2021), y tantas otras.

 

A.: ¡Interesante! O sea que antes de este período, como me contaste, había resoluciones, disposiciones, decretos y, sobre todo, sectoriales, que como tales provenían del Poder Ejecutivo. Ahora se trata de leyes, que son establecidas por el Poder Legislativo.

M.E.G.: Sí, y justamente este “surgimiento de leyes” manifiesta el interés notorio de la sociedad; cuando cambia la sociedad, el Derecho cambia también. La sociedad actual exige una alimentación saludable, sostenible, soberana, segura y sustentable. Por eso, en la última década hay un reconocimiento y protección a este tema desde el ámbito jurídico. En los años sesenta, con la incorporación de las mujeres al mercado laboral, se acrecentó exponencialmente la venta de productos y servicios alimentarios, y se fue perdiendo el saber popular en cuanto a la alimentación; en consecuencia, los consumidores de productos industrializados o de cadena larga comenzaron a necesitar información y protección de sus derechos.

 

A.: ¿A qué consumo hace referencia el Derecho cuando menciona el derecho de los consumidores? ¿Sólo a alimentos?

M.E.G.: No, a todo producto y servicio. En estos últimos años han crecido el interés y la exigencia de los consumidores por los productos sanitarios, que incluyen a los alimentos, medicamentos y tecnología médica. En particular, los alimentos se clasifican para uso humano y que son de competencia de la ANMAT, y los de uso animal, de SENASA.

 

A.: El derecho del consumidor busca proteger a los consumidores y, sobre todo, al consumo de cadena larga, que implica más riesgos…

M.E.G.: Claro, se tiene en cuenta a todos los participantes de la cadena. Por eso, para la promoción de una alimentación saludable y sostenible se recomienda volver a la cadena corta y localizada de los alimentos, a la cocina en el hogar, a recuperar ese saber popular en la cocina que se fue perdiendo. Es una forma de cuidar la salud.

 

A.: Creo que la pandemia ayudó en este tema, ¿te parece? Más gente cocinando en sus casas. Y para los celíacos, siempre es el camino menos riesgoso hacia una alimentación libre de gluten y sin contaminación cruzada.

M.E.G.: Sí. Me encuentro muy cerca de la comunidad celíaca en este tiempo, estuve en la Expo Celíaca 2023 hablando de estos temas, y realmente me sorprende cuán activa, enérgica y luchadora es esta comunidad. Siendo que se trata de una patología que afecta aproximadamente al 1 por ciento de la población, el poder y el peso que tienen en la sociedad es muy grande. Han logrado mucho; entre otras cosas, tener una ley reglamentada y la amplia oferta de productos.

 

A.: Además de que existen la ACA —que desde hace cuarenta y cinco años trabaja en pos de estos temas— y profesionales médicos especialistas de alto nivel.

M.E.G.: ¡Totalmente! Creo que tiene que ver con esto de que la persona con celiaquía está atravesada en su cotidianidad con el tema, a cada momento debe cuidar su alimento, su manipulación, guardado, etc. Ese alerta permanente lo han podido plasmar en acciones concretas de difusión, educación, demanda, que permitió los logros alcanzados. Y claro que hay que seguir por más. Para mí, esto pone en evidencia que toda prohibición hace a una persona más fuerte.

 

A.: El celíaco en general hace un trabajito de hormiga cada día, explicando, compartiendo información, para que cada vez más gente sepa de qué se trata, y el porqué de los cuidados tan estrictos: no somos exagerados, somos celíacos y queremos cuidarnos, sentirnos sanos haciendo la dieta libre de gluten toda la vida.

M.E.G.: Es como te decía, las leyes y el Derecho son necesarios; sin embargo, el cambio trascendental sólo se puede lograr con educación alimentaria.

 

A.: María, en relación con la lectura de etiquetas y el chequeo de productos, ¿qué debemos revisar los celíacos, además de que el producto tenga el logo sin tacc, ahora logo sin gluten (hay tres años para que se actualicen), y que el producto esté en ANMAT?

M.E.G.: Eso es lo más importante. Se debe verificar si el alimento está aprobado con la condición sin gluten, que el registro tenga esta condición y la etiqueta lo informe también junto con el logo. En la actualidad, en un sistema electrónico llamado SIFeGA, se puede verificar si los productos alimenticios están habilitados correctamente en el Registro Nacional de Producto Alimenticio (R.N.P.A.), que es el que permite la circulación y comercialización en todo el país. Se trata de un asunto administrativo, no es garantía de salud o inocuidad del producto.

 

A.: ¿Me aclarás qué significa el RNE?

M.E.G.: El RNE es un registro nacional de establecimiento.

 

A.: Para ir terminando, ¿nos contás cómo fue que, siendo abogada, te orientaste a este tema tan específico que además te apasiona?

M.E.G.: Siempre me gustó más lo social por sobre lo jurídico, lo cual es poco frecuente para un abogado. Primero trabajé en un hospital. Luego, en un organismo con competencia en alimentos. Y allí descubrí mi pasión por el tema alimentario. Hace quince años que trabajo con profesionales de la alimentación, asesoro a empresas y doy capacitaciones, porque hay mucho por construir en nuestro país en el “Derecho Alimentario”.

 

A.: ¡Muchas gracias! ¿Te parece que hagamos un vivo por Instagram con la comunidad celíaca para profundizar estos temas?

M.E.G.: ¡Me encantaría!

 

A.: Genial, próximamente ponemos fecha y lo comunicamos por redes. Gracias otra vez.

 

 


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