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NOTA

Nunca es tarde para empezar

Kate Smyth es una maratonista australiana. Su diagnóstico de celiaquía data de 2006. Luego de dicho diagnóstico se convirtió en una de las mujeres más rápidas de Australia en largas distancias. Participó de los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, entre muchos otros logros deportivos. Durante su carrera deportiva, Kate identificó la necesidad de un servicio naturopático adaptado a los requisitos únicos de los atletas y se propuso crear una clínica innovadora para proporcionar opciones de tratamiento naturales, efectivas y no invasivas, y fundó Athlete Sanctuary.

Aglutenados: Hola, Kate. Contanos un poco sobre Athlete Sanctuary.
Kate Smyth: El objetivo y la filosofía de Athlete Sanctuary son simples; se trata de ayudar a buscar la mejor versión de cada uno en su deporte elegido y, sobre todo, en la vida.

A.: ¿Cómo se relaciona eso con tu condición celíaca?
K.S.: Como celíaca que soy, mi dieta, por supuesto, es ciento por ciento libre de gluten y también sin lácteos (cada tanto algún queso de cabra), pero está basada principalmente en comida orgánica y lo más natural posible. A los dieciséis años era vegetariana, pero volví a comer carnes rojas para restaurar los niveles de hierro. Tuve etapas en las que fui vegana o sólo comía alimentos crudos, pero ahora creo que estoy en el medio… tengo una dieta más balanceada y no soy tan estructurada como solía ser. Escucho a mi cuerpo y busco el mejor combustible para nutrirlo. Como naturópata, sí trato de orientar a mis pacientes hacia alimentos más nutritivos y que benefician la vitalidad y la sanación.

A.: Contanos más sobre la inclusión de comidas orgánicas en tu dieta.
K.S.: Hice un seguimiento de muchos productos sin gluten, pero llegué a la conclusión de que los alimentos que me hacían sentir mejor eran los orgánicos y no los procesados. Comiendo así me sentía con más energía.

A.: ¿Cómo descubriste que eras celíaca?
K.S.: Toda mi vida fui muy sensible al gluten, pero recién cuando empecé a entrenar más fuerte se convirtió en un problema.

A.: ¿Cuáles eran los síntomas que te hicieron investigar sobre el tema?
K.S.: Entre otras cosas, no podía completar un entrenamiento sin tener que correr al baño. Me costó mucho encontrar exactamente qué era lo que me estaba haciendo daño, hasta que por fin me dijeron que era celíaca.

A.: ¿Cómo fueron esos años siendo celíaca no diagnosticada?
K.S.: Estaba muy fatigada, y me salieron erupciones en la piel. También tuve síntomas digestivos muy dolorosos y vergonzosos.

A.: ¿Te costó mucho aceptar una nueva dieta sin gluten?
K.S.: El día en que me enteré, tiré toda la comida con gluten que tenía en casa. Y, desde entonces, nunca más compré nada que me pudiera tentar.

A.: En el plano deportivo, realizaste tu mejor tiempo y la clasificación a los Juegos Olímpicos de 2008 luego del diagnóstico. ¿Encontrás alguna relación entre estos resultados y el diagnóstico de celiaquía?
K.S.: Sí, así fue. Mis problemas de anemia y deficiencia de B12 y otros minerales pueden ser controlados mucho mejor ahora que tengo un diagnóstico. Cada seis u ocho semanas me hago análisis de sangre para estar segura de que mis valores son los óptimos. Además hice un tratamiento con un naturópata de sanación de los intestinos para poder absorber mejor los nutrientes. Gracias a esto pude ser constante en mi entrenamiento y adaptarme más rápido con un cuerpo balanceado y sano, y recién cuando estuve bien otra vez y completamente sin gluten fue que corrí mi mejor tiempo.

A.: ¿A qué edad comenzaste a correr maratón?
K.S.: Comencé a correr maratón llegando a los treinta. Mi inspiración fue cuando Naoko Takahashi, una corredora japonesa, ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Sydney. Yo era una espectadora en el público, y se me pusieron los pelos de punta cuando la vi cruzar la línea de llegada. En ese momento supe que ser olímpica era algo que necesitaba hacer. Empecé a entrenar con ese objetivo, aunque sólo era una corredora amateur… y ocho años y sesenta mil kilómetros después se cumplió mi sueño.

A.: ¿Tenés alguna anécdota interesante relacionada con la celiaquía?
K.S.: No, pero creo que es porque no veo ninguna desventaja en la celiaquía. Al contrario, creo que es una bendición: te lleva a reevaluar lo que comés y a enfocarte en la calidad de los alimentos, y no en esas comidas poco nutritivas y procesadas.

A.: ¿Qué le recomendarías a un celíaco?
K.S.: ¡Comé comida de verdad! Disfrutá de un arco iris de comida no procesada y orgánica en tu plato, y sé creativo cuando cocinás. Concentrate en comidas integrales como quínoa, alforfón, teff, arroz integral, amaranto y chía, porque éstas son ricas en fibra, proteínas, vitaminas y minerales. Para carbohidratos complejos pueden ser batata o choclo en grano. Invertí tu tiempo en curar tus intestinos, reducí la inflamación y rebalanceá tu cuerpo con glutamina, zinc y comidas ricas en vitaminas A y D; también hierbas y suplementos nutricionales. Va a tomar un tiempo curarlo, pero también va a reducir las chances de desarrollar enfermedades autoinmunes y otras complicaciones a largo plazo.

A.: ¿Nos podés contar cómo se vive la celiaquía en tu país?
K.S.: La concientización está creciendo en Australia. Según Coeliac Australia, la asociación educativa número uno del país, uno de cada setenta australianos es celíaco, pero cuatro de cada cinco no han sido diagnosticados. Todavía falta mucho en lo que se refiere a medicina convencional, pero en medicina holística se conoce mucho, y es una de las opciones más populares para tratarse.

A.: ¡Muchas gracias, Kate, por la entrevista!

Resumen de mis resultados más importantes

Maratón femenina en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.
Maratón femenina en los Commonwealth Games de 2006.
Mejor maratonista australiana de 2008, con un récord personal de 2.28’.51’’.
Medalla de plata en el Maratón de Nagano.
Campeonatos nacionales australianos de 10 kilómetros, cross country y maratones durante ocho años.


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