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Doctor Roberto Martín Mazure, especialista en gastroenterología del Hospital Bonorino Udaondo, con foco en enfermedad celíaca. Jefe de Sección de Intestino Delgado en dicho hospital. Fue presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE) en 2009-2010.
A.: Doctor Mazure, al decir esto, ¿usted piensa que todas las personas deberían estudiarse para descartar enfermedad celíaca?
R.M.: No necesariamente, sobre todo si no hay síntomas asociados y si no hay familiares, de primer o segundo grado, con enfermedad celíaca. Sí es importante que los familiares de primer grado: padres e hijos, se hagan controles cuando alguno del grupo familiar haya sido detectado como enfermo celíaco.
A.: ¿Qué tipo de controles deberían hacerse?
R.M.: Deberían hacerse, en un primer momento, análisis de sangre para el estudio de autoanticuerpos, o sea, la antitransglutaminasa IgA, y si ésta es positiva realizar la biopsia de duodeno a través de una endoscopía digestiva, para confirmar la enfermedad. Los estudios genéticos, de histocompatibilidad, también nos pueden ayudar en caso de existir dudas en el diagnóstico, para saber si tienen algunos de los genes DQ2 o DQ8, presentes en la enfermedad celíaca. Cabe señalar que tener alguno de los genes no significa tener la enfermedad (el 30 por ciento al 40 por ciento de los individuos pueden tener el gen y no ser celíacos o no desarrollar nunca la enfermedad).
A.: ¿Qué probabilidad existe de que un familiar de primer grado sea celíaco?
R.M.: Un 10 por ciento de éstos puede ser celíaco, uno de cada diez. Una alta proporción.
A.: Y en cuanto a los familiares de segundo grado, ¿cómo sería?
R.M.: Los familiares de segundo grado son los hermanos, abuelos y nietos, y en este caso la probabilidad de que sean celíacos es del 5 por ciento.
A.: ¿Qué otras poblaciones tienen riesgo de tener enfermedad celíaca?
R.M.: Quienes padecen anemia pueden ser celíacos entre un 3 por ciento y un 15 por ciento. Por eso es muy importante que estas personas se estudien, ya que la dieta libre de gluten mejora ostensiblemente los síntomas de anemia, y ésta desaparece por completo.
A.: ¡Sí, es cierto! Lo sabemos por experiencia propia: no más inyecciones de hierro ni obligarnos a comer carne, etc.
R.M.: Otras patologías muy relacionadas con la enfermedad celíaca son aquellos pacientes con diagnóstico de osteoporosis, sobre todo mujeres jóvenes, que tienen una probabilidad del 2 por ciento al 4 por ciento de ser celíacas. El síndrome de Down, 6 por ciento. El síndrome de intestino irritable (colon irritable), 3 por ciento. Quienes tienen diagnóstico de dermatitis herpetiforme (Enfermedad de Duhring), a la que llamamos “la enfermedad celíaca de la piel”, deben realizar dieta libre de gluten.
A: Y quienes tienen otras enfermedades autoinmunes tales como la diabetes, ¿también presentan alto riesgo de tener enfermedad celíaca?
R.M.: Sí, la probabilidad es de entre el 2 por ciento y el 15 por ciento, y en algunos casos con la dieta logran bajar el requerimiento de insulina. Otras enfermedades autoinmunes con probabilidad de desarrollar E.C. son las disfunciones tiroideas y la hepatitis autoinmune. Quienes padecen trastornos neurológicos, también (epilepsia, ataxia, neuropatías idiopáticas).
A.: ¡Un amplio abanico!
R.M.: Así es, por eso es considerada como una enfermedad sistémica.
A.: ¿Por qué cree usted que la E.C. ha dejado de ser una enfermedad de pocos para ser ahora algo bastante común? ¿Quién no tiene un pariente o un amigo celíaco?
R.M.: Es cierto. Los factores pueden ser varios; en la Argentina hemos investigado y trabajado mucho para conocer más sobre la enfermedad celíaca. Seguimos estudiando el tema, y comunicando a los clínicos y a médicos de otras especialidades que deben estar alertas cuando encuentran pacientes con riesgo de padecer esta enfermedad. El hecho de la difusión de la enfermedad en la comunidad médica ha ayudado a un mejor y más rápido diagnóstico.
A.: Gracias, doctor, por la información, ¡es de mucha ayuda!
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