Salí, disfrutá, divertite, tomando los recaudos necesarios, y sin correr riesgos. ¡Comer sin gluten es sentirse bien!

 Siempre que vayas a comer preguntá si la carta cuenta con algún menú apto o algún plato libre de gluten... contale al mozo, sin vergüenza, que es un tema de salud, que no sos un cliente ñañoso (a él quizás le de más vergüenza que vos saques tu vianda o tupper... y la próxima vez le diga al dueño que es un pedido de los clientes)...acordate que debemos “evangelizar” sobre el tema ¡es una cuestión de información!

  Recomendamos acercarte a la cocina, ya que el cocinero o jefe de cocina podrá darte más seguridad sobre los ingredientes de las comidas, por ejemplo:

  Si pedís papas fritas, preguntá si las mismas se fríen en un aceite donde sólo se hacen papas fritas (y no otras comidas que puedan contener gluten como rabas, milanesas o empanadas).

  Si pedís una comida con salsa, preguntá cuáles son sus ingredientes ya que las salsas suelen espesarse con harinas o almidón de maíz. Si es con almidón de maíz, podés comerla.

  Si pedís pescado a la plancha o grillé, explicale que tiene que ser sin NADA, sólo pescado, ya que suelen pasarlos por harina para que no se desarmen. Explicá siempe que es un tema de salud, ya que sino te tomarán por un cliente molesto y le restarán importancia al asunto.

  Si pedís batatas / papas a la parrilla, asegurate que antes no las hayan pasado por aceite para ablandarlas, ya que probablemente era un aceite contaminado con otros alimentos no aptos para nosotros. Si vas solo, ¡que no te traigan la panera!, excepto que sea apta para nosotros.

  Si vas a tomar un helado a cualquiera de las muchas heladerías que tienen gustos ap- tos, que te lo sirvan en vaso de plástico.

  Si no es así, explicale al empleado los riesgos de tomarlo en un vaso de masa, para que de esta manera, se informe y aprenda. Siempre tienen que servirte de un pote nuevo y con cucharas limpias.